|
Nace una leyenda.
Protos, del griego "PRIMERO", tiene el orgullo y privilegio de haber encontrado madurez y reposo en la mayor y primera de las bodegas de la zona, manteniendo su fama a lo largo del tiempo.
En 1927 el arrojo y el apego a la tierra de los viticultores de la comarca, consiguieron unir los mejores esfuerzos para crear la bodega, la primera de la Ribera. Un proyecto de futuro que además de haber llegado intacto hasta nuestros días, crece y se multiplica cada año, y ha llevado su nombre hasta lo más alto del panorama internacional.
Los años 30 suponen su asentamiento definitivo a nivel internacional. Sobre todo a raíz de que la exposición universal de Barcelona de 1929 otorgase a sus vinos tintos la medalla de oro.
La expansión de un nombre.
La empresa creció con mucha rapidez y se plantearon los primeros problemas de espacio comenzando así su expansión por toda la comarca. Se inicia la construcción de una bodega de envejecimiento en pleno corazón de la montaña que sustenta el castillo de Peñafiel.
Es tal su marca de calidad y prestigio que en los años 80 una franja vinícola de reconocida consideración adopta su nombre, Ribera de Duero, para identificar al Consejo Regulador de Denominación de Origen que velará por la calidad de los vinos de la zona. En 1995 se amplia la bodega de crianza y se consolida en el panorama vinícola internacional.
El proyecto ha seguido creciendo con la adquisición en Anguix (Burgos) de una bodega dotada de la más avanzada tecnología, con una capacidad para elaborar hasta tres millones de kilos de uva, de los cuales 1,5 millones pasa por mesa de selección.
Es en Peñafiel, localidad vallisoletana, vertebrada por el río Duero donde nace este sorbo de la tierra.
Protos tiene el privilegio de haberse engendrado en las entrañas de una de las fortalezas más importantes de la comarca, el Castillo de Peñafiel. Un lugar, referente para toda la comunidad castellano-leonesa, puesto que en él se alberga el Museo de Vino.
Este emplazamiento, la inminente inauguración de la nueva bodega, una joya arquitectónica, convertida ya en símbolo de la D.O Ribera del Duero y el interés cultural y gastronómico de la zona convierten a Protos en el epicentro de una nueva tendencia llamada “Enoturismo”.
Protos ofrece la posibilidad de visitar sus dos bodegas, la antigua que recorre el interior de la montaña y la nueva diseñada por el arquitecto Richard Rogers (Architects Rogers Strik Harbour + Partners y Alonso Balaguer y Arquitectos Asociados). Todas las visitas, incluyen el recorrido por ambas bodegas y una degustación o cata de sus vinos al terminar el trayecto.
1. Visita Protos Diversidad.
• Tour guiado por las dos bodegas (la antígua y la nueva diseñada por Richard Rogers).
• Degustación de un vino blanco verdejo, un rosado, un vino tinto roble y un crianza.
- Precio: 25.00 euros por adulto. Niños de 4 a 17 años 10€. IVA incluido.
- Grupo de más de 20 personas. Consultar.
• Precios por persona. IVA incluído.
• Es imprescindible consultar disponibilidad y reservas en el teléfono (+34) 668 806 816.
• El precio no incluye el transporte a la bodega ni otros servicios que no estén reflejados en el apartado "Incluye".
• Gastos gratuítos para cancelaciones anteriores a las 48 horas de la fecha reservada.
• Si cancelas fuera del plazo, se cobrará el 100% de la reserva.
• ENOVIP no se hace responsable de los cambios en los precios o condiciones de las ofertas que no nos sean notificados por la bodega.
Arquitectura.
Una Obra Maestra del S. XXI Diseñada por Rogers Stirk Harbour + Partners y Alonso Balaguer y Arquitectos Asociados.
Superficie 19.450 m2 Capacidad de elaboración 1.000 toneladas de uva Capacidad de almacenaje de botellas 3.500.000 botellas Capacidad de almacenaje en barricas 5.000 barricas.
La situación y el concepto.
La nueva bodega de Protos se encuentra en una interesante intersección de caminos históricos: la prolongación del Camino de las Eras y la cañada merinera de San Pedro, antigua calzada romana. Se trata del límite de una zona baja que en otro tiempo estuvo parcialmente cubierto por una pequeña laguna formada por las aguas del cercano arroyo Botijas. Se sitúa, además, en un lugar muy próximo a las antiguas instalaciones de la bodega, excavadas en el cerro del Castillo de Peñafiel, con las que está conectada subterráneamente.
El proyecto se ha concebido como la reinterpretación en clave contemporánea de la construcción tradicional de bodegas en la zona. Por un lado, la base del edificio recupera la construcción de bodegas excavadas en el terreno, como las que se encuentran desde tiempo inmemorial bajo la ladera de la montaña del Castillo de Peñafiel.
Por ello y por razones prácticas, bien conocidas por la arquitectura tradicional de la zona, de aprovechamiento de la reducción de temperatura que proporciona el soterramiento, se decidió enterrar la mayor parte de las instalaciones destinadas a la elaboración y maduración del vino. Por otro lado, la construcción en altura, sobre el nivel del terreno, denominada técnicamente “envolvente ligera”, reinterpreta la construcción de bodegas en forma de nave. Se trata de una estructura de arcos parabólicos, de madera laminada. La forma y el material fueron escogidos por su eficacia estructural y adecuación al proceso de elaboración, como la tradición en la construcción de bodegas nos indica.
El elemento visual más llamativo de la bodega desde el exterior es su cubierta. Ello se debe a la excepcional situación de la bodega al pie del Castillo de Peñafiel. El proyecto consideró la cubierta del edificio como una fachada más, que será apreciada desde la privilegiada posición que ofrece el Castillo y por ello ha sido diseñada en la forma de esas cinco crujías abovedadas que se orientan hacia el Castillo. El tratamiento material y constructivo de la cubierta, mediante piezas cerámicas de gran formato, reinterpreta de forma contemporánea los tejados predominantes en la zona. En efecto, Peñafiel, visto desde su castillo, ofrece un rojo de tintes apagados que van del naranja al marrón, propio de las tejas tradicionales; es el color que se ha intentado mantener en la bodega.
Criterios compositivos y estéticos.
Cada uno de los dos elementos constitutivos del edificio, la base y la envolvente ligera, posee sus propias características, en función del uso al que están destinados.
La base se ancla en el terreno y lo regulariza a fin de configurar en su plano horizontal superior el soporte para la envolvente ligera que reposa en ella. En la base se diferencian dos planos: el nivel de bodega, totalmente enterrado, y el nivel de elaboración, semienterrado hasta una altura de 4.5 m, punto en el que define una superficie superior accesible en el nivel de calle desde la entrada principal. La apariencia exterior de la base es de muros perimetrales y superficies exteriores de piedra, reforzando la idea de volumen que se ancla en el terreno.
En el límite oeste de la zona de base se configura un jardín en forma de patio en dos niveles, alrededor del cual se organizan los espacios de la sede representativa, social y administrativa. Se trata de un patio intimista desde donde la vista del castillo adquiere una extraordinaria belleza y potencia. La envolvente ligera, por su parte, reposa sobre la base y cubre el hueco que en ella forma el espacio central del nivel de elaboración.
Alberga el vestíbulo principal del edificio, como extensión dentro del mismo edificio de la superficie exterior del nivel de entrada, desde donde se pueden disfrutar de vistas sobre el nivel de elaboración.
La envolvente ligera se ha proyectado como una estructura abovedada, articulada en cinco importantes crujías de 18 metros de luz articuladas en sección y planta.
Esta construcción se organiza como un sistema estructural modular de arcos parabólicos de madera laminada, que soportan una cubierta formada por cinco bóvedas de distinta longitud mediante elementos estructurales de acero inoxidable.
Las bóvedas, a su vez parabólicas, están configuradas por una estructura secundaria de vigas de madera laminada y una solera formada por un entablado también de madera laminada. La cubierta, finalmente, está recubierta por un sistema de paneles cerámicos de gran formato.
El cerramiento vertical de la envolvente ligera se realiza mediante vidrio, soportado por ligeros elementos estructurales que se ubican en los ejes de los arcos. Todo el conjunto del edificio en altura trata de reforzar la idea de pabellón ligero que se asienta sobre la sólida base.
Criterios constructivos, energéticos y técnicos.
El diseño del edificio se basa en una estructura física, sistemas constructivos e instalaciones que buscan la generación de condiciones óptimas para el proceso de elaboración del vino. En este diseño ocupa un lugar central el intento de aprovechar al máximo el potencial del emplazamiento para la generación de dichas condiciones de forma natural. La mayor parte de las instalaciones destinadas a la elaboración y maduración del vino se encuentran enterradas en el terreno.
Se trata de una estructura de hormigón armado, de una configuración constructiva que potencia la transmisión térmica con el terreno, la reducción del impacto de la radiación solar y las condiciones climáticas extremas a lo largo de los ciclos día – noche y estacionales. La cubierta protege de la radiación solar directa a las superficies vidriadas de fachada que se retranquean en un módulo estructural de 9m en la orientación sur, 18m en la este y son protegidas por una celosía en la oeste. A su vez, la cubierta abovedada está protegida exteriormente por una capa de piezas cerámicas de gran formato perforadas en su sección y flotantes respecto a la solera del entramado de madera laminada. Esta capa de piezas cerámicas absorbe la radiación solar directa, calor que se difundirá mediante la ventilación en las cavidades internas de la pieza y la cámara de aire. De esta forma se minimizará la posible difusión de este calor, acumulado por radiación a la estructura del edificio. El pavimento en las superficies exteriores del nivel de elaboración funciona con el mismo principio. La reducción del consumo de energía por parte de los sistemas de climatización se realiza mediante un sistema especial de gestión energética y utilizando agua del subsuelo –los restos de la antigua laguna-, como parte integral de los sistemas de refrigeración.
Los materiales: El papel del acero.
En la construcción de la nueva bodega de Protos se han utilizado materiales diversos según la zona y la función de ésta.
La base es de hormigón armado, cubierto parcialmente de piedra al exterior. La madera se ha empleado en los arcos principales de las naves y en el interior de la cubierta.
El vidrio en las grandes superficies de los cerramientos verticales. Sin embargo, la práctica totalidad de las conexiones entre los elementos estructurales se ha realizado mediante uniones de acero inoxidable: arrostramientos con cables trenzados, conectores entre correas, bases de arcos y todo tipo de conectores y transmisores de fuerzas en la estructura.
El más utilizado es el ANSI 304 en múltiples funciones y versiones por sus excelentes cualidades estéticas y funcionales, midiéndose en nobleza con otros materiales empleados en el proyecto como la piedra natural de los basamentos, la cerámica de las bóvedas de cubierta o la madera de los arcos principales.
Este material se muestra siempre útil para adaptarse a cualquier trabajo o disposición, constructivamente sincero y capaz de soportar las más duras condiciones ambientales, 240 familias genéricas de elementos y más de mil tipos distintos de piezas de acero inoxidable podemos encontrar en el proyecto.
Es el responsable de unir, anclar y fijar elementos constructivos, recibir y trasladar fuerzas, conectar sistemas estructurales, trasladar y evacuar aguas, y en su función más noble dar seguridad a los ocupantes a través de barandillas, bordes e incluso forjados.
Camino Bodegas Protos, 24-28, E-47300 Peñafiel - Valladolid Tel. |
|
|
Compartir esta página en: Facebook Twitter Pinterest Publica tu ofertaDiseño de páginas web |